jueves, 30 de septiembre de 2010

la meta...

el final y el principio de...

no pidas...

defraudar...

aun se puede hacer...

el mejor regalo...

plantar semillas...

punto a punto...

las aventuras de la vida...

vivir...

tenacidad...

alentar...

lágrimas...

la infelicidad...

la gratitud...

el peor fracaso...

todo pasa...

enfadarse...

lo mejor...

la dificultad...

un día aburrido...

la verdad...

poder hacerlo...

sonreir...

iluso...

la conquista...

la amabilidad...

imitar...

SORTEO CUMPLEBLOG

Antes que nada, pediros disculpas por tanto retraso en el sorteo que propuse. Todo fue debido a que el ordenador se averió y lo poquito que iba publicando lo hacía desde un ciber...
Os dejo la lista de los participantes, que aunque son poquitos, sé que el premio del libro les gustará. Si alguien más desea apuntarse, puede hacerlo en este post, y en el día de mañana, por fin, se llevará a cabo el sorteo..

1. Mariasfieltro
2. Miss Soler
3. Janil
4. Lola
5. Anaconda61

domingo, 19 de septiembre de 2010

EL BUSCADOR

Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como un buscador...
Un buscador es alquien que busca; no necesariamente alguien que encuentra.
Tampoco es alguien que, necesariamente sabe qué es lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.
Un día, el buscador sintió que debía ir haca la ciudad de Kammir. Había aprendido a hacer caso riguroso de estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo. Así que lo dejó todo y partió.
Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos, divisó, a lo lejos, Kammir. Un poco antes de llegar al pueblo, le llamó mucho la atención una colina a la derecha del sendero. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores. La rodeaba por completo una especia de pequeña valla de madera lustrada.
Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.
De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en aquel lugar.
El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles.
Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de aquel paraíso multicolor.
Sus ojos eran los de un buscador, y quizá por eso descubrió aquella inscripción sobre una de las piedras:

Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días

Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que aquella piedra no era simplemente una piedra: era una lápida.
Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en aquel lugar.
Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla. Decía:

Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas

El buscador se sintió terriblemente conmocionado.
Aquel hermoso lugar era un cementerio, y cada piedra era una tumba.
Una por una, empezó a leer las lápidas.
Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.
Pero lo que lo conectó con el espanto fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los once años...
Embargado por dolor terrible, se sentó y se puso a llorar.
El cuidador del cementerio pasaba por allí y se acercó.
Lo miró llorar durante un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
- No, por ningún familiar - dijo el buscador -. ¿Qué pasa en este pueblo?. ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad?. ¿Por qué hay tantos niños muertos enterrados en este lugar?. ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que les ha obligado a construir un cementerio de niños?.
El anciano sonrió y dijo:
- Puede usted serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa e que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré...
"Cuando un joven cumple quince años, sus padres le regalan una libreta como esta que tengo aquí, para que se la cuelgue al cuello. Es tradición entre nosotros que, a partir de ese momento, cada vez que uno disfruta intensamente algo, abre la libreta y anota en ella:
A la izquierda, qué fue lo disfrutado. A la derecha, cuánto tiempo duró el gozo.
Conoció a su novia y se enamoró de ella. ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?. ¿Una semana?. ¿Dos?. ¿Tres semanas y media...?.
Y después, la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso...¿Cuánto duró?. ¿El minuto y medio del beso?. ¿Dos días?. ¿Una semana?.
¿Y el embarazo y el nacimiento del primer hijo...?
¿Y la boda de los amigos?
¿Y el viaje más deseado?
¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano?
¿Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones?
¿Horas? ¿Días?
Así, vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos... Cada momento.
Cuando alguien se muere,
es nuestra costumbre
abrir su libreta
y sumar el tiempo de lo disfrutado
para escribirlo sobre su tumba.
Porque ese es para nosotros
el único y verdadero TIEMPO VIVIDO.

Jorge Bucay "El Buscador" de "Cuentos para pensar".

SI ME CONOCISTE AYER...

- ... no pienses que hoy soy la misma persona. Acércate a mí con ganas de descubrir en qué he cambiado.
- ... no me cuelgues etiquetas que bloquean tu percepción y no te dejan verme como realmente soy.
- ... anímame si percibes indicios de cambio. Dime que los has notado y que los valoras. Necesito que mis cambios, por pequeños que sean, no te pasen inadvertidos.
- ... no me desanimes si me equivoco. Tus mensajes de desaliento siempre pesarán más en mi ánimo que tus mensajes de aliento. Aliéntame todo lo que puedas.
- ... recuerda que todas las personas estamos en un cambio constante, de no ser así, no experimentaríamos crecimiento...

martes, 14 de septiembre de 2010

NO TE RINDAS

No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras,
enterrar tus miedos,
liberar el lastre,
retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros,
y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda,
y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,
porque lo has querido y porque te quiero,
porque existe el vino y el amor, es cierto,
porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron,
vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa,
ensayar un canto,
bajar la guardia y extender las manos,
deplegar las alas,
e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños.
Porque cada día es un comienzo nuevo,
porque esta es la hora y el mejor momento,
porque no estás solo, porque yo te quiero.

Mario Benedetti



el vestido y la piel...

el interior...

creer en la suerte...

más vale...

seres con mensajes...