viernes, 30 de septiembre de 2011

EL ROBLE Y LA CAÑA...

Había una vez un roble en la orilla de un río. A los pies del roble crecía una caña.

Todos los días, el roble reprendía a la cña por doblarse a un lado y a otro según soplara el viento.

- Mírame a mí, cañita - decía el roble en toda su majestuosidad - observa cómo no me doblego ante nadie, porque soy un roble y soy fuerte.

La caña no decía nada; no valía la pena.

Una noche hubo una tormenta terrible y el viento sopló ferozmente, con mucha más fuerza que de costumbre.

Al amanecer, el roble estaba partido en dos, pero la cañita seguía en pie, meciéndose bajo la luz del sol.

3 comentarios:

pensadores dijeron...